23 de Septiembre de 2013 | Exposición sobre la Guerra Civil Libanesa
La exposición se realizó en el centro Biel de Beirut y mostró los trabajos de Aline Manukian, Patrick Baz, Jack Dabaghian, Geroges Azar, Samer Mohdad y Roger Mukarzel.

En un momento en que el Líbano y la región atraviesan un periodo convulso que hace temer un nuevo conflicto, una exposición de fotografía ha roto tabúes sobre la guerra civil en este país (1975-1990) y revive sus horrores para que no se repitan.

Bajo el título "Generación de la Guerra", la comisaria Katia Trabulsi ha reunido a seis fotógrafos que en su día retrataron escenas de quince años de un conflicto que, en su opinión, "los libaneses no deben olvidar".

 

La exposición, que cierra hoy sus puertas en el centro Biel de Beirut, enseña los trabajos de Aline Manukian, Patrick Baz, Jack Dabaghian, Geroges Azar, Samer Mohdad y Roger Mukarzel.

"Decidí hacer esta exposición porque la guerra continúa siendo un tema tabú en el Líbano", explica a Efe Trabulsi, pintora de profesión, que espera que las nuevas generaciones sepan así lo que verdaderamente sucedió en su país.

 

La comisaría señala que eligió a fotógrafos que en la década de los ochenta rondaban la veintena, porque "cuando uno tiene 20 años tiene adrenalina, no tiene miedo y puede hacer cosas extraordinarias porque no es consciente de la gravedad de la situación".

 

El centenar de fotografías exhibidas fueron publicadas en periódicos y revistas de la época y, en la actualidad, constituyen para Trabulsi obras de arte "que desprenden nostalgia y nuevas emociones de una realidad antigua".

Las instantáneas muestran a combatientes rezando en lugares de culto con sus armas, jóvenes en tanques, cadáveres en las calles, edificios destruidos, los cráteres dejados por las bombas, familias huyendo y niños mirando a través de cristales rotos.

 

Son imágenes del pasado que se borraron con el paso del tiempo, como recuerda Nadim, una de la visitantes de la exposición: "Después de la guerra dijimos que todo terminó, los problemas desaparecieron y rechazamos hablar de lo sucedido", subrayó.

Sin embargo, a su juicio, es necesario recordarlo para que "no vuelva a repetirse" en este periodo de incertidumbre, marcado por la influencia de la guerra en Siria.

 

Para una de las fotógrafas de la exposición, Aline Manukian, también historiadora, más terrible que la guerra y sus peligros fue "ver cómo el ser humano puede convertirse de un momento a otro en un monstruo. La línea es muy fina para pasar de un estado a otro".

Manukian vivió momentos duros durante la guerra, pero uno de los más difíciles fue el entierro de una niña, que murió por la explosión de un coche bomba.

 

"Cuando fui al cementerio y vi cómo la traían envuelta en un lienzo y la elevaban al cielo antes de ponerla en la tumba, la vista se me nubló, no pude tomar ninguna foto y hasta ahora esa escena me marca", rememora con tristeza.

 

Otro de los autores, Patrick Baz, director de fotografía de la agencia francesa AFP para Oriente Medio y el norte de África, asegura que lo mas difícil ha sido ver de nuevo esas imágenes que continúan perturbándole.

 

"He cubierto entre otros los conflictos en Bosnia, Somalia, Afganistán, Irak y Libia, pero ver las imágenes de mi país hacen resurgir recuerdos que me hacen pasar noches de insomnio", explica a Efe.

La guerra civil libanesa dejó unos 150.000 muertos, 200.000 heridos y 17.000 desaparecidos, sin que hasta ahora haya un reconocimiento real de las partes implicadas de su responsabilidad en el conflicto.

 

FUENTE: Terra.com 

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